martes, 14 de julio de 2009

SERVICIO A DOMICILIO

“Eeeeeel Chatarrero laneeeeeeeeero” Aquí está como todos los meses; este “merchero” que recoge a quien lo tenga, la chatarra, papel, cartón o los colchones de lana viejos. Él les dará un poco de dinero por esos objetos que tenemos pensado tirar. Después él me explica lo que hace con lo que recoge y me alegra que ellos, los chatarreros, desde siempre hayan sido los garantes del sistema de reciclado de materias primas. Dice que esto será, dentro de unos años, un gran negocio porque hay productos que se podrán fabricar de nuevo a partir de estos desechos; por ejemplo, dice que las botellas, se volverán a fundir para con el nuevo vidrio, fabricar nuevos envases, con el papel, dice que también, se fabricarán nuevos cuadernos y hasta la leche vendrá en cartones. 

Aquí en el pueblo tenemos muchos hombres, nómadas en furgonetas citröen, que traen desde otros pueblos más grandes que el nuestro, pescado, fruta, herramientas, canalones. Cada uno su oficio. En Villanueva hay un pescadero que es el señor Frutos, y un frutero, el señor Manolo. De Tordehumos viene el señor Gildo que hacen la ruta por todos los pueblos. 

Ellos madrugan para ir al mercado de abastos de Valladolid o de Toro para recoger lo más fresco llegado de la costa en el caso del pescado o de Valencia y Murcia, en el caso de las naranjas.

Hasta de Villaconejos viene un tipo, en un camión AVIA con melones con piel de sapo y dulces como el almibar. “Eeeeeel meloneeeeeeeroo” 

Otros reparten bebidas, pero estos son de Tordehumos, Faustino y los hermanos Bravo; a Faustino le ayudamos en verano y también le hacemos alguna trastada cuando sube a la cabina a conducir. A los Bravo no podemos, porque como vienen dos, es imposible. 

El señor Juan, el pregonero, a toque de cornetín, dice: “Se hace saber, que mañana en la plaza del pueblo, se instalará un puesto de ropa con las últimas novedades textiles de la capital” “Almacenes La Flor Catalana, estará hasta las dos de la taaaaarde” El Señor del puesto de ropa, nos regala a los niños caramelos de color morado, con forma de flor, que saben muy ricos, como a mora. 

Escucho una armónica que sube y baja la musiquilla, tirorirorirori riroriroriroti tirorí. “Eeeeeeeeeel afiladoooooorrr”

Moisés Busnadiego