miércoles, 4 de noviembre de 2009

TE LA QUEDAS

Una dole, tele, catole, quile, quilete, estaba la Reina en su gabinete. Vino Gil, apagó el candíl, candíl, candilón, civil y ladrón.

Hoy jugamos a civiles y ladrones. Unos (los ladrones) se esconden mientras los otros (civiles) cuentan cara a la pared del cuartel. Después van a buscarlos, uno a uno van siendo “apresados” por los civiles y se dirigen a las dependencias o cuartel, pero si hay uno de los ladrones que logra llegar al final del juego sin ser descubierto, es capaz de “salvar” a todo su grupo con un “Por mi y por todos mis compañeros”; si se logra capturar a todos los ladrones, el grupo cambia de papel en el próximo juego.

Cuando nos cansemos, vamos a jugar al burro. Uno se pone de almohada en la pared, los demás del grupo, se ponen a manera de tren con la cabeza metida entre las piernas del de delante.
Ahora todos los del otro grupo, comienzan a saltar encima de las espaldas de los que forman el burro. Si el burro cae, comenzamos de nuevo. Pero si no consiguen “ringar” al burro, se grita: “churro, media-manga o manga-entera”. Si el jefe del grupo burro acierta la posición, (muñeca, antebrazo u hombro) que apunta el de encima, se gana y ahora serán los del burro, quienes salten a las espaldas de los otros.
Lo mejor para siempre ganar, es tener a un gordo en el grupo, pues casi siempre, logra “ringar” al burro.

Hemos quedado para mañana hacer unas carreras de chapas. Se hace un circuito con tiza en la calle, con muchas curvas y con su meta y todo. Después con una chapa de la mirinda, recortamos un cromo repetido de Bahamontes, y comenzamos a darle golpes con el dedo del medio, para que vaya acercándose la chapa a la meta, sin salirse de las líneas dibujadas. Gana aquel, que en el menor número de golpes, llegue a la meta.
También se puede jugar a partidos de futbol con chapas. Y se trata de meter una de las once chapas en la portería dibujada del equipo contrario; la misión del jugador contrario es evitar que esa chapa entre, chocando a las más adelantadas con sus once.

Otro día os cuento más juegos de estos, que seguro habéis disfrutado como yo.
La peonza, la soga, la tanga, los cromos, a los alfileres, a las tabas.

Ale, aquí os dejo otro apasionante mundo de experiencias que deberíamos por lo menos contar a los peques de casa, para que sepan que hay más diversión que la wii, la nintendo ds y la plei.

Pito, pito, gorgorito, ¿Dónde vas tú tan bonito? A la era verdadera, pim, pam fuera.

Moisés Busnadiego.