viernes, 2 de octubre de 2009

RESPETO

-¡Don Paco me tiene manía!

- Algo habrás hecho.

- Que no papa, que me tiene manía.

Muchas veces me cabreo (para dentro) con el maestro de la escuela. Esta mañana me ha pegado un tirón de patillas, que me ha levantado un poco del suelo. ¡Qué dolor!

Salvo esos ratos que se enfada, Don Paco es un maestro muy bueno. Nos enseña matemáticas, geografía, literatura y naturaleza. Tenemos una enciclopedia que se llama de Álvarez en la que tenemos todas estas cosas, hasta religión.

La pizarra, que este año estrenamos, da gusto limpiarla con el borrador, la llena y llena de letras, mientras nosotros escribimos en los cuadernos de dos rayas, lo que él va escribiendo con la chirriante tiza.

Después, nos toca corregir. Vamos a ver Alberto, con uve… le he dicho que en “la vaca da una leche muy rica”, la vaca va con uve. Yo también la tengo mal, ¡la borro y listo!

El otro día, nos llevo Don Paco hasta el rio, como es primavera está todo muy florido, y nos explica lo de los pistilos, estambres, bueno esas cosas de las flores y lo que hacen las abejas con sus patas y todo eso. Se nos pasa la mañana tan ricamente y sin dar clases de matemáticas.

Hemos cogido unos ramos de margaritas y amapolas y las vamos a llevar al florero de la clase.

Dice el maestro, que si nos portamos bien, otro día nos va a llevar a casa de Doña Carmen, la tendera, para que aprendamos mejor las matemáticas y lo de los pesos. Eso de los gramos, kilos…

¡Bieeeeeeen! Gritamos todos. Nos gustan estas salidas, porque no damos clases, aunque él dice que es igual que lo que él explica y que todo es aprender. Yo no sé para qué va a servir eso de multiplicar, vas a la tienda, compras y pagas lo que la tendera te dice ¿no?

¡Silencio! Pedro, ¡venga acá! ¡Huy!...

Ponga las yemas de los dedos juntas. ¡zás! Le arrea un reglazo en la punta de los dedos que eso si que duele. Menos mal que hace calor, porque en invierno eso si que duele.

Comprendo que con lo guerreros que somos en clase, nos tenga que disciplinar un poco y estas cosas al final nos enseñan que tenemos que saber estar en los sitios sin armar barullo, y estar callados cuando habla otra persona.

Dice “si queréis que os respeten, debéis aprender a respetar”

Moisés Busnadiego.


No hay comentarios: