miércoles, 3 de noviembre de 2010

¡AMIGOS!

Aquellos que comparten juegos, trastadas y porqué no, gamberradas en la infancia y en la adolescencia o juventud, son los verdaderos amigos que pase lo que pase, estés donde estés, no le veas en años; siempre tendrá un verdadero abrazo y una palabra de aliento en los momentos complicados

Es el amigo que comparte lo íntimo, al que pides consejo apelando a su raciocinio en el momento en que estás dudando una decisión importante, aunque tengas taitantos.
Más que a un hermano, cuando crecemos, seguimos ese rastro que nos deja su paso en nuestra vida.

La partida al julepe, o la escoba o al tute; incansable compañero, motivo de rabia incluso de riña cuando no te apoya el semi fallo. Pero al final, ahí está, dispuesto a jugarse los duros contigo.

Noches de parranda, copas a Toro, o a Villalpando o Rioseco; madrugadas y mañanadas resacosas con la boca seca de no haber callado de contar, a veces, verdades, a veces leyendas, siempre ahí, al quite. No podré olvidar las Nocheviejas, cuando enamoraba Paquito, ¡que niebla! ¡Vaya cuarenta kilómetros infinitos! Y la leyenda de aquél que estaba en un descampado con su novia y al salir del coche para “arreglarse” se les cerraron las puertas y fueron a buscar ayuda medio “en pelotas”.

El Stromboly, Que sala de fiestas; Chema era el caprichito de las nenas allí. ¡Como triunfaba cada finde el jodio!
Pero hay más, La Oca, La Menta, El Boulevard, La Gregory, cuanta vida, cuantos buenos momentos y que recuerdos. Cuanto te gustaba la música (AH), tu supiste meterme el gusanillo de la música, los mezcladores, sicodélicos, máquinas de humo y espuma. ¿La Discomovida invento de ahora? ¡Qué va! Ya entonces y estoy hablando de más de 25 años, ya teníamos verdaderos spiker´s musicales; lo que pasa es que no prestábamos atención, estábamos a otras cosas.

Cuidar a los amigos de la juventud, no importa si discutís, es normal, pero al final, son los que quedarán, siempre, y muchas veces un abrazo o un apretón de ellos te rellena el espíritu.

Moisés Busnadiego.

No hay comentarios: