SIN FIN
Lectores, vecinos, anunciantes, políticos:
Saltándome el protocolo, y pido por ello disculpas al Director de esta publicación, quiero lanzar mi llamada de alerta ante lo que podría ser mi último relato de esta publicación mensual que tan buenos ratos me ha hecho vivir en el golpeteo de las teclas de la máquina a la hora de escribir mis HISTORIAS DE AQUÍ. Espero que a vosotros, os lo haya hecho pasar igual de bien, por lo menos al recordar estas cosas tan de nosotros y tan de cada uno.
Es y confío en que siga siendo LAMAR, un lugar donde cada quien, y cada cual hemos hecho una labor de difusión de las costumbres de nuestros pueblos.
El escaparate que tenemos en LAMAR para dar a conocer nuestras cosas, no deberíamos perderlo; pero cada uno lo nuestro.
Los lectores no deberíamos perder la posibilidad de conocer las noticias más próximas de nuestros vecinos.
Los vecinos, no deberían dejar de ser los protagonistas de noticias, sean celebraciones, bodas, romerías o fiestas.
Los anunciantes, no deberán dejar de ser el objetivo de cientos de impactos publicitarios en cada lectura de la publicación, teniendo una cobertura comarcal que de otra manera no lograrán.
Los políticos, no deberán soltar esta oportunidad de hacer campaña durante todo el año, pues gracias a la mar, sabemos de quién hace por un pueblo, o promueve una actividad u otra.
Deberíamos reconocer en el posible cierre, el abismo del silencio comunicativo que nos va a provocar no volver a saber las noticias que hemos sabido, no volver a conocer a todos los protagonistas que hemos conocido, no volver a tener algo tan nuestro y que está tan a nuestra mano.
Considero que entre todos, podemos remontar este crítico momento. ¿Cómo?: Los lectores, suscribiéndonos muchos más para recibir la publicación en nuestras casas; Los establecimientos, que además de seguir publicitándose, realicen en la medida de sus posibilidades dos o tres suscripciones para tener a disposición de sus clientes a LAMAR.
Las corporaciones, deberían llegar a acuerdos con Diputación, que en vez de publicar tantos libros a todo color, para ferias, que al final van al cajón o al contenedor de reciclado de papel, publiquen menos y que “entre” con la aportación que logre mantener una publicación como LAMAR que es el mejor escaparate de nuestras costumbres.
… cuando vinieron por mí, no quedaba nadie para decir algo. (Niemöller)
Moisés Busnadiego.
viernes, 11 de febrero de 2011
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