jueves, 9 de octubre de 2008

BLANCA Y ENTERA

Margarita, Chata, Luna son los nombres de algunas de las vacas que hay en la cuadra del señor Prudencio. Tiene unas veinte. Todas las mañanas las saca a comer a la orilla del rio, unos días a unas y al otro al resto y se atreven a beber al lado del puente, a veces pienso cómo no las vencerá el peso y se caerán al Sequillo.

Las lleva en hilera de a una, marcando ellas el camino con alguno de sus “regalitos”, para no olvidar el camino a casa. Después de un buen rato, las llama y ellas como si tuvieran entendederas, se colocan de nuevo en fila india y hacia casa, solamente tiene que dar una voz a Perla, la más joven, que parece que hoy no quiere volver.

A la entrada a la cuadra, cada una sabe su sitio, es increíble lo inteligentes que son estos animales, Rosa Mari, solamente tiene que abrir el portón y ellas solas van hacia su comedero.

Algunos días se las peina y el Señor Ramón, que también tiene otra cuadra, las habla y todo, ¡parece que le entienden! Ellas en agradecimiento le “pegan” un lametazo y le mugen.

Después con un taburete bajo, un caldero de zinc, y las manos llega el mejor momento, el ordeño. Me encanta ver la maestría con la que el vaquero, lava las ubres, las acaricia un poquito y empieza a salir la leche. En un alternado ritmo de tirón sale el chorrito de cada una de las tetas, que acompañado de un parecido ritmo sonoro llena el caldero, que después, Ata lleva a un cántaro de aluminio.

Cuando acaba el ordeño, empieza la limpieza de la cuadra y echarlas de comer y ponerlas la cama de paja; a eso me apunto yo. Con una pala, se raspa el suelo de la cuadra, y se echa a un carretillo, después a un montón y una vez al mes, continua la cadena vital de la naturaleza, aquello que las vacas desechan vuelve a la tierra, como abono.

A eso de las siete, se abre el despacho a los del pueblo; dos para mi, dice Virila, a mi medio dice Amalia y Jacinta dice que litro y medio porque vienen sus nietos este fin de semana y lo que más le gusta a Teo es la nata con pan y azúcar.

Jamás volveremos a beber leche tan sana y natural como esta. Conocemos al vaquero, donde y qué comen y beben las vacas. Porque la leche viene de las vacas, no del TetraBrik.

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