Acabando julio hemos celebrado la fiesta de Santa Ana. Mucho más en Pozuelo, este pequeño pueblo en la raya de Zamora. Sabían amigos lectores que el “De la Orden” viene porque fue un pueblo donde se asentaron los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, una orden religiosa. Vean un poquito más si quieren en www.sfingos.blogspot.com y sorpréndase un poco más.
Pero esta tercera la voy a dedicar, este mes, a la patrona de este pueblo, que no es otra que Santa Ana. Pero no a ella, sino a la figura que representa. Ella era la abuela de Jesús, a eso voy: a los abuelos.
Abuelas y abuelos, yayos y yayas, lalos y lalas son hoy, como siempre a los que tenemos que agradecer tanto y que no lo hacemos, o lo hacemos con cosas materiales y no con lo gratificante de un abrazo, un beso, una charla, una mirada… un TE QUIERO.
Mi homenaje va para tantos abuelos, que en esta época están echando una mano a los hijos que lo necesitan. Ya no solo en empujar la letra de la hipoteca, o de llevarles unas bolsas con un poco de fruta o comida (o ambas cosas a la vez); sino y creo lo mas importante, en el cuidado y educación de los nietos, mientras los padres deben trabajar los dos, para tener una calidad de vida ficticia, rimbombante, aparente. ¿Pensáis que es gracias a vuestro trabajo?
Nos permitimos el lujo de decirles y criticarles que nos están consintiendo al hijo, que esto no me gusta que se lo permitas, que esto no me gusta que se lo des, que debes estar atento en el parque a que no se haga daño… Y tú, ¿Qué haces por ellos? Hazlo tú.
Es una obligación impuesta porque ellos acatan y callan. Considero que los abuelos deben estar con los nietos cuando corresponde, cuando les apetezca, cuando quieran. Ellos ya han trabajado lo suficiente y deberían descansar. Es hora de que nosotros cuidemos de ellos y no al contrario y mucho menos cargarles con más trabajo y responsabilidades.
Acabemos con reproches, con imposiciones, con desplantes y dejémosles que vivan sus años de descanso merecido como ellos quieran. Como merecen.
Eso de que lo hacen con mucho gusto y que no les importa, lo dicen por no hacer daño. Leer prensa, leer estudios médicos.
Y lo peor es, que incluso conozco casos, que les llevan a los abuelos a los nietos y el matrimonio joven se va de vacaciones.
Mi homenaje para ellos, los abnegados y una vez más, sacrificados abuelos. Reflexionar, los hijos son para los que los tienen, y si no… no los tengas.
Moisés Busnadiego.
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sábado, 27 de agosto de 2011
LALOS y YAYAS
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TIEMPO DE CAMBIOS.
Ya es la hora. No queda otra.
En estos dos últimos años y especialmente en estos meses hemos visto como la economía global va derrumbándose y con ella la de cientos de personas que ven que no llegan a final de mes y que está en riesgo mucho de lo conseguido en años de esfuerzo y ahorro.
Ahora, deberíamos entre todos comenzar a solucionar este “desaguisado”. Pero todos, no solo para los de siempre.
Las vacas gordas ya se han dejado de dar leche por cántaras y está cada vez más cerca del sacrificio que de volver a engordar. Ya no hay posibilidad de piensos de engorde rápido. Ahora deberá volver a comer pasto, y verdes de los perdidos.
Perdonen que haya hecho este símil con lo rural de una vaquería, pero la teta ha dejado de tener para tanto. Ahora queda, viniendo a lo real, solamente para mantener lo básico del sistema: Sanidad, educación y dicen que empleo.
Han de cambiarse muchos hábitos en la sociedad, que ya se están haciendo, pero no debería de ser porque vemos peligrar nuestros trabajos, sino que debería ser una norma a seguir para siempre.
Los derechos de los trabajadores son un logro de unas movilizaciones que se hicieron allá por los años 70 por los desertores del arado de nuestras tierras, cuando fueron a la capital a trabajar a FASA, MICHELÍN, IVECO, TAFISA, NICAS.
Eran otros tiempos, la época de la evolución industrial cerca de nuestro pueblo. Gracias a esos trabajadores productivos, constantes, cumplidores, los empresarios, aunque les costase, aceptaron estos derechos como pago a ese rendimiento en la productividad y beneficios.
Ahora vuelve a tocar apretarse los machos y empujar la balanza para que los derechos sobrevivan, pues lo que el sistema nos exige es más productividad. En la privada esto es más fácil de “medir” o controlar.
El esfuerzo real lo deben hacer los de la pública. Funcionarios y personal laboral de las instituciones públicas.
Muchos de los que trabajan como funcionarios lo saben. Les hay que no hacen absolutamente nada en todo el año. Se arropan a los moscosos, días de libre disposición, permisos de maternidad, funciones sindicales y demás regalías que los derechos de los trabajadores les han proporcionado, y han sabido subirse a ese carro, mientras, trabajan los de siempre. A esos funcionarios que si funcionan les debe de doler cuando la opinión pública critica y generaliza a todos.
Pero si es cierto que muchos conocemos a la funcionaria que ficha y a la media hora ya sale a desayunar, luego a comprar, luego a almorzar y luego parrafada de teléfono con su prima para contarla lo estupendo del fin de semana en la playa. Y que trabaje la tonta de siempre.
Este es el cambio que debería provocarse; todo aquel que no produzca y no se gane su sueldo, a la calle, al paro y despedido procedentemente, sin un céntimo.
Muchos de estos funcionarios que no funcionan, solo lo hacen fuera de su jornada pública, en un despachito por las tardes, o vendiendo seguros o “consiguiendo” según qué cosas.
Actividades la mayoría de las veces que no cotizan ni tributan al sistema social, que les permite pagar sus facturas como funcionarios.
En las privadas, ya sabemos lo que hay, o produces un poco más por lo mismo o incluso con bajada de sueldo, o…
Moisés Busnadiego.
www.moisesbusnadiego.blogspot.com
En estos dos últimos años y especialmente en estos meses hemos visto como la economía global va derrumbándose y con ella la de cientos de personas que ven que no llegan a final de mes y que está en riesgo mucho de lo conseguido en años de esfuerzo y ahorro.
Ahora, deberíamos entre todos comenzar a solucionar este “desaguisado”. Pero todos, no solo para los de siempre.
Las vacas gordas ya se han dejado de dar leche por cántaras y está cada vez más cerca del sacrificio que de volver a engordar. Ya no hay posibilidad de piensos de engorde rápido. Ahora deberá volver a comer pasto, y verdes de los perdidos.
Perdonen que haya hecho este símil con lo rural de una vaquería, pero la teta ha dejado de tener para tanto. Ahora queda, viniendo a lo real, solamente para mantener lo básico del sistema: Sanidad, educación y dicen que empleo.
Han de cambiarse muchos hábitos en la sociedad, que ya se están haciendo, pero no debería de ser porque vemos peligrar nuestros trabajos, sino que debería ser una norma a seguir para siempre.
Los derechos de los trabajadores son un logro de unas movilizaciones que se hicieron allá por los años 70 por los desertores del arado de nuestras tierras, cuando fueron a la capital a trabajar a FASA, MICHELÍN, IVECO, TAFISA, NICAS.
Eran otros tiempos, la época de la evolución industrial cerca de nuestro pueblo. Gracias a esos trabajadores productivos, constantes, cumplidores, los empresarios, aunque les costase, aceptaron estos derechos como pago a ese rendimiento en la productividad y beneficios.
Ahora vuelve a tocar apretarse los machos y empujar la balanza para que los derechos sobrevivan, pues lo que el sistema nos exige es más productividad. En la privada esto es más fácil de “medir” o controlar.
El esfuerzo real lo deben hacer los de la pública. Funcionarios y personal laboral de las instituciones públicas.
Muchos de los que trabajan como funcionarios lo saben. Les hay que no hacen absolutamente nada en todo el año. Se arropan a los moscosos, días de libre disposición, permisos de maternidad, funciones sindicales y demás regalías que los derechos de los trabajadores les han proporcionado, y han sabido subirse a ese carro, mientras, trabajan los de siempre. A esos funcionarios que si funcionan les debe de doler cuando la opinión pública critica y generaliza a todos.
Pero si es cierto que muchos conocemos a la funcionaria que ficha y a la media hora ya sale a desayunar, luego a comprar, luego a almorzar y luego parrafada de teléfono con su prima para contarla lo estupendo del fin de semana en la playa. Y que trabaje la tonta de siempre.
Este es el cambio que debería provocarse; todo aquel que no produzca y no se gane su sueldo, a la calle, al paro y despedido procedentemente, sin un céntimo.
Muchos de estos funcionarios que no funcionan, solo lo hacen fuera de su jornada pública, en un despachito por las tardes, o vendiendo seguros o “consiguiendo” según qué cosas.
Actividades la mayoría de las veces que no cotizan ni tributan al sistema social, que les permite pagar sus facturas como funcionarios.
En las privadas, ya sabemos lo que hay, o produces un poco más por lo mismo o incluso con bajada de sueldo, o…
Moisés Busnadiego.
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domingo, 26 de junio de 2011
ANDAR y VER
¡Juro!
Cuando escribí el mes pasado mi “tercera” nada de lo que en estos días pasados en España hemos vivido, tenía yo conocimiento. Pero que le voy a hacer; un informe pelícano parecía mi escrito; es decir me anticipaba a lo que miles de personas han hecho. Quejarse de un sistema partitocrático, bipartidista, desoyendo al ciudadano.
Quiero pensar que el pasado 22, usted, si usted, querido lector, ha realizado el acto de meter (la papeleta) su voto en la urna con lo que verdaderamente su conciencia le ha dicho. Esta es la grandeza de la Democracia y la libertad.
Lo que esta rebelión CÍVICA pide es una mayor participación de los ciudadanos en las decisiones que se tomen y un mayor control del gasto del dinero recaudado por impuestos.
Hay personas que han vivido estas movilizaciones con recelo, temor y miedo. Los más viejos, hablo de los ancianos, pensaban que otra revuelta civil violenta estaba fraguándose.
No, esto ya no debe repetirse en España. Ya no.
No vale la pena matarnos entre los contrarios para que al final de todo el “cisco” ellos (los políticos) vuelvan de nuevo de sus exilios a tragar. EXILIO es PROTECCIÓN.
Gracias a lo que en el 75 decidimos: las dos Españas quedan en el recuerdo.
Muchos no olvidarán, pero en la transición decidimos perdonar; los de Paracuellos del Jarama y los del Valle de los Caídos. ¡TODOS!
Lástima que algunos intenten abrir de nuevo grietas en la memoria y en los corazones rotos de tanto dolor. De nada les ha valido. Respetamos las opciones del contrario. ADELANTE, es hacia donde debemos mirar. Por nuestro futuro y el de nuestros hijos y nietos.
El hartazgo de la población se traduce en el surgir de nuevas formaciones políticas que con idearios mas propios de la gente de la calle, logran encantar a un sector de inconformistas del sistema.
UPyD, CIUDADANOS son, en las grandes ciudades y comunidades, una opción que bien merece la pena que se den una vuelta por ellas. Si conocen a alguien que les habla de esas siglas, no se queden con las ganas, ¡pregúntele!
– Oye, ¿Qué es eso de UPyD? ¿Este no es el de La Rosa Diez, esa socialista?
-¿Qué dicen estos de CIUDADANOS? ¿Este no es de FACHAS Catalanes?
Se sorprenderá de que lo que los grandes partidos lanzan hacia los que tienen posibilidades es lo contrario de la realidad.
Espero que cuando publiquen LAMARDECAMPOS hayamos elevado al poder municipal y comunitario al mejor; pero al mejor para todos nosotros.
Porque para ellos, los políticos, va a ir como un tiro.
Ellos seguirán con grandes sueldos, coches oficiales, tarjetas VISA para pagar en cojonudos restaurantes, grandes hoteles, en algunos casos, comisiones escandalosas por recalificaciones.
Espero y confío que los aupados, mantenidos o perdedores se den cuenta que el pueblo va a decidir muchas cosas a partir de ahora y que, o le escuchan o se prepararán más gordas y esta vez vamos a ir a por ellos y sus compañeros de tropelías.
Moisés Busnadiego.
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Cuando escribí el mes pasado mi “tercera” nada de lo que en estos días pasados en España hemos vivido, tenía yo conocimiento. Pero que le voy a hacer; un informe pelícano parecía mi escrito; es decir me anticipaba a lo que miles de personas han hecho. Quejarse de un sistema partitocrático, bipartidista, desoyendo al ciudadano.
Quiero pensar que el pasado 22, usted, si usted, querido lector, ha realizado el acto de meter (la papeleta) su voto en la urna con lo que verdaderamente su conciencia le ha dicho. Esta es la grandeza de la Democracia y la libertad.
Lo que esta rebelión CÍVICA pide es una mayor participación de los ciudadanos en las decisiones que se tomen y un mayor control del gasto del dinero recaudado por impuestos.
Hay personas que han vivido estas movilizaciones con recelo, temor y miedo. Los más viejos, hablo de los ancianos, pensaban que otra revuelta civil violenta estaba fraguándose.
No, esto ya no debe repetirse en España. Ya no.
No vale la pena matarnos entre los contrarios para que al final de todo el “cisco” ellos (los políticos) vuelvan de nuevo de sus exilios a tragar. EXILIO es PROTECCIÓN.
Gracias a lo que en el 75 decidimos: las dos Españas quedan en el recuerdo.
Muchos no olvidarán, pero en la transición decidimos perdonar; los de Paracuellos del Jarama y los del Valle de los Caídos. ¡TODOS!
Lástima que algunos intenten abrir de nuevo grietas en la memoria y en los corazones rotos de tanto dolor. De nada les ha valido. Respetamos las opciones del contrario. ADELANTE, es hacia donde debemos mirar. Por nuestro futuro y el de nuestros hijos y nietos.
El hartazgo de la población se traduce en el surgir de nuevas formaciones políticas que con idearios mas propios de la gente de la calle, logran encantar a un sector de inconformistas del sistema.
UPyD, CIUDADANOS son, en las grandes ciudades y comunidades, una opción que bien merece la pena que se den una vuelta por ellas. Si conocen a alguien que les habla de esas siglas, no se queden con las ganas, ¡pregúntele!
– Oye, ¿Qué es eso de UPyD? ¿Este no es el de La Rosa Diez, esa socialista?
-¿Qué dicen estos de CIUDADANOS? ¿Este no es de FACHAS Catalanes?
Se sorprenderá de que lo que los grandes partidos lanzan hacia los que tienen posibilidades es lo contrario de la realidad.
Espero que cuando publiquen LAMARDECAMPOS hayamos elevado al poder municipal y comunitario al mejor; pero al mejor para todos nosotros.
Porque para ellos, los políticos, va a ir como un tiro.
Ellos seguirán con grandes sueldos, coches oficiales, tarjetas VISA para pagar en cojonudos restaurantes, grandes hoteles, en algunos casos, comisiones escandalosas por recalificaciones.
Espero y confío que los aupados, mantenidos o perdedores se den cuenta que el pueblo va a decidir muchas cosas a partir de ahora y que, o le escuchan o se prepararán más gordas y esta vez vamos a ir a por ellos y sus compañeros de tropelías.
Moisés Busnadiego.
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jueves, 31 de marzo de 2011
ALGO NO FUNCIONA
Unos pocos días antes de cerrar este número, nos sorprenden los medios nacionales con una noticia que estremece las arrugas del tejido del corazón.
El común de los sentidos, que es el que debe prevalecer en todo aquel que toma decisiones que marcan a una sociedad. Bien sean estas decisiones, económicas, educativas y con mayor importancia, las decisiones judiciales.
El “Cuco”, aquél del caso de Marta del Castillo, ha sido absuelto de casi todos los delitos de los que era acusado por falta de pruebas. Es cierto, o así lo parece, que en esta España, los recovecos de las leyes y la habilidad de un buen abogado que también conozca estos intríngulis, puede hacer que un reo, o un presunto, salga casi limpio de un caso lleno de mierda (con perdón).
Este punto del caso (el casi final) ha sido durante días, noticia en tertulias radiofónicas, programas de televisión y artículos en prensa, tanto digital como de papel.
¿Qué tiene que ver esto con nuestro entorno? Pues el caso del Cuco, nada, solamente el impacto mediático que ha tenido; pero lo que si querría provocar es que en nuestras reflexiones cotidianas pensemos cuanto malo puede hacer para un inocente o para un culpable, el silencio, la complicidad, el miedo, el temor, el deber favores, el deber o la falsa lealtad.
Las gentes de pueblo, aunque muchos nos tachen de paletos, ignorantes o incluso incultos o analfabetos, sabemos más por el recorrido vital y el contacto con la lógica natural que ellos, los urbanitas, cuyo contacto lo tienen con lo artificial, lo contaminante de tanta información colorida por el medio de turno que arrima el ascua a su sardina.
En nuestros paseos, vermús mañaneros, en el café o en la partida de la tarde-noche, comentamos cientos de cosas y aunque no lo parezca, asentamos criterios que luego aplicados a los debates nos hacen ver cosas, pinceladas, señales que a los encorbatados letrados y abogados, se les escapan entre tanta palabrería profesional.
La razón y el sentido común debemos seguirlas alimentando con debates, conversaciones y disputas entre diferentes. Eso todavía lo podemos hacer entre las gentes de nuestro pueblo, pero sin enfrentamientos. Todo ello con la mejor de nuestras virtudes, la palabra. Sin entrar en conflicto, siempre aplicando casos que hemos conocido en el pueblo, como por ejemplo, las lindes, las medianías, el robo, la desaparición.
Es difícil tener la cabeza fría cuando nos tocan algo propio, pero la mejor aliada para ello es la calma y aplicar nuestra inteligencia para discernir si la razón es nuestra, o es del vecino. No esperemos a enfrentar, ya no solo a nuestro vecino con nosotros, sino a sus hijos, que hasta ahora se llevan bien o incluso familias enteras que se dejan de hablar por un quítame allá estas pajas o unos centímetros de lindera.
En caso de ofuscación, de ceguera, a la mínima intención de “perder los papeles”, apelemos al Juez de Paz, que debe ser como reza su nombramiento, Un hombre bueno y justo.
No seamos como ellos, que por falta de pruebas, dicen, hay un tipejo llamado “Cuco” que cara a la justicia, ni estaba ni sabía nada del caso y lo peor de todo…¡Anda suelto!
Moisés Busnadiego.
El común de los sentidos, que es el que debe prevalecer en todo aquel que toma decisiones que marcan a una sociedad. Bien sean estas decisiones, económicas, educativas y con mayor importancia, las decisiones judiciales.
El “Cuco”, aquél del caso de Marta del Castillo, ha sido absuelto de casi todos los delitos de los que era acusado por falta de pruebas. Es cierto, o así lo parece, que en esta España, los recovecos de las leyes y la habilidad de un buen abogado que también conozca estos intríngulis, puede hacer que un reo, o un presunto, salga casi limpio de un caso lleno de mierda (con perdón).
Este punto del caso (el casi final) ha sido durante días, noticia en tertulias radiofónicas, programas de televisión y artículos en prensa, tanto digital como de papel.
¿Qué tiene que ver esto con nuestro entorno? Pues el caso del Cuco, nada, solamente el impacto mediático que ha tenido; pero lo que si querría provocar es que en nuestras reflexiones cotidianas pensemos cuanto malo puede hacer para un inocente o para un culpable, el silencio, la complicidad, el miedo, el temor, el deber favores, el deber o la falsa lealtad.
Las gentes de pueblo, aunque muchos nos tachen de paletos, ignorantes o incluso incultos o analfabetos, sabemos más por el recorrido vital y el contacto con la lógica natural que ellos, los urbanitas, cuyo contacto lo tienen con lo artificial, lo contaminante de tanta información colorida por el medio de turno que arrima el ascua a su sardina.
En nuestros paseos, vermús mañaneros, en el café o en la partida de la tarde-noche, comentamos cientos de cosas y aunque no lo parezca, asentamos criterios que luego aplicados a los debates nos hacen ver cosas, pinceladas, señales que a los encorbatados letrados y abogados, se les escapan entre tanta palabrería profesional.
La razón y el sentido común debemos seguirlas alimentando con debates, conversaciones y disputas entre diferentes. Eso todavía lo podemos hacer entre las gentes de nuestro pueblo, pero sin enfrentamientos. Todo ello con la mejor de nuestras virtudes, la palabra. Sin entrar en conflicto, siempre aplicando casos que hemos conocido en el pueblo, como por ejemplo, las lindes, las medianías, el robo, la desaparición.
Es difícil tener la cabeza fría cuando nos tocan algo propio, pero la mejor aliada para ello es la calma y aplicar nuestra inteligencia para discernir si la razón es nuestra, o es del vecino. No esperemos a enfrentar, ya no solo a nuestro vecino con nosotros, sino a sus hijos, que hasta ahora se llevan bien o incluso familias enteras que se dejan de hablar por un quítame allá estas pajas o unos centímetros de lindera.
En caso de ofuscación, de ceguera, a la mínima intención de “perder los papeles”, apelemos al Juez de Paz, que debe ser como reza su nombramiento, Un hombre bueno y justo.
No seamos como ellos, que por falta de pruebas, dicen, hay un tipejo llamado “Cuco” que cara a la justicia, ni estaba ni sabía nada del caso y lo peor de todo…¡Anda suelto!
Moisés Busnadiego.
ES EL TIEMPO
Estamos acostumbrados cada vez más a vivir cambios en nuestras vidas. Primero en lo cotidiano, como por ejemplo, las vitrocerámicas, los microondas, la televisión, los deuvedés. Estas cambian a los fogones, el infiernillo, la radio, el video.
En treinta años hemos pasado de ir a casa de la Señora Bibiana a meternos en la cabina para hablar por teléfono, a llevar un terminal en el bolso (aunque seguimos voceando para hablar y de verdad… no es necesario dar voces). Este aparato, nos permite hablar con un familiar que está en una tienda de Londres trabajando, como si le tuviéramos enfrente, porque les hay que incluso nos dejan hacer videoconferencia de esas.
Los viajes, del coche de línea de MATEO, aquél, en el que subíamos las maletas de cartón al techo del autobús, a tener uno o dos coches en casa y viajar en AVE a más de trescientos kilómetros por hora, cuando vamos a Barcelona o a Madrid o a Sevilla y ahora a Valencia. También esto es una revolución, cuando seguramente, nuestros bisabuelos, malamente fueron media docena de veces a la capital, o tal vez, murieron sin conocer el Sardinero en Santander.
Hemos vivido en estos treinta o cuarenta años, la mayor revolución industrial y el más convulso movimiento de nuestra civilización, o así lo entiendo yo; la tecnología. Muchos piensan que esto es una locura, pero ¿qué no lo es? Tengamos la cabeza suficiente para entrar en esta dinámica y dejarnos encantar con el uso y disfrute de ellas, con las buenas cosas que nos ofrecen, como son, información, ocio, compras, cultura, conocimiento, amistades, opinión, etc.
Pero, el cambio que estamos viviendo en los últimos años es el de la posibilidad de crear opinión, de contrastar puntos de vista, de dialogar, de criticar, de aglutinar. Este desarrollo, provocado por la tecnología hace que aparezca un nuevo modelo de sociedad: La sociedad tecnológicamente conectada. No piensen que ustedes no lo son, quizá en menor medida, pero lo son. Hay palabrejas que ya están en la tele y en la radio. Feisbuk, tuiter, bloger, No se asusten, no son virus ni vacunas para estos virus. Son las precursoras como redes sociales del movimiento ciudadano que está haciendo en los últimos meses, que millones de personas se interesen por las mismas cosas, se vayan juntando en la red por afinidades ideológicas (o no), por aficiones… hasta hay gentes que están encontrando el amor, nuevas amistades, nuevas aficiones.
No dejemos pasar esta oportunidad de participar en ello, seamos protagonistas de este cambio y de este presente en nuestra civilización, aprendamos, persigamos, cambiemos, no seamos conformistas.
Claro está, no queramos aprender todo de repente. Comencemos, por saber que es un ordenador, como se enciende y como conectarnos al interné ese. Después… un mundo infinito se abrirá a golpe de tecla o tras un clik del ratón. ¡No se queden con las ganas! Hemos de cambiar. No pasa nada.
Si quieren dejarme quejas, sugerencias, críticas, lo pueden hacer en moises.busnadiego@gmail.com (los jóvenes saben que es esto, aunque cada vez más los menos jóvenes, también.)
Moisés Busnadiego.
En treinta años hemos pasado de ir a casa de la Señora Bibiana a meternos en la cabina para hablar por teléfono, a llevar un terminal en el bolso (aunque seguimos voceando para hablar y de verdad… no es necesario dar voces). Este aparato, nos permite hablar con un familiar que está en una tienda de Londres trabajando, como si le tuviéramos enfrente, porque les hay que incluso nos dejan hacer videoconferencia de esas.
Los viajes, del coche de línea de MATEO, aquél, en el que subíamos las maletas de cartón al techo del autobús, a tener uno o dos coches en casa y viajar en AVE a más de trescientos kilómetros por hora, cuando vamos a Barcelona o a Madrid o a Sevilla y ahora a Valencia. También esto es una revolución, cuando seguramente, nuestros bisabuelos, malamente fueron media docena de veces a la capital, o tal vez, murieron sin conocer el Sardinero en Santander.
Hemos vivido en estos treinta o cuarenta años, la mayor revolución industrial y el más convulso movimiento de nuestra civilización, o así lo entiendo yo; la tecnología. Muchos piensan que esto es una locura, pero ¿qué no lo es? Tengamos la cabeza suficiente para entrar en esta dinámica y dejarnos encantar con el uso y disfrute de ellas, con las buenas cosas que nos ofrecen, como son, información, ocio, compras, cultura, conocimiento, amistades, opinión, etc.
Pero, el cambio que estamos viviendo en los últimos años es el de la posibilidad de crear opinión, de contrastar puntos de vista, de dialogar, de criticar, de aglutinar. Este desarrollo, provocado por la tecnología hace que aparezca un nuevo modelo de sociedad: La sociedad tecnológicamente conectada. No piensen que ustedes no lo son, quizá en menor medida, pero lo son. Hay palabrejas que ya están en la tele y en la radio. Feisbuk, tuiter, bloger, No se asusten, no son virus ni vacunas para estos virus. Son las precursoras como redes sociales del movimiento ciudadano que está haciendo en los últimos meses, que millones de personas se interesen por las mismas cosas, se vayan juntando en la red por afinidades ideológicas (o no), por aficiones… hasta hay gentes que están encontrando el amor, nuevas amistades, nuevas aficiones.
No dejemos pasar esta oportunidad de participar en ello, seamos protagonistas de este cambio y de este presente en nuestra civilización, aprendamos, persigamos, cambiemos, no seamos conformistas.
Claro está, no queramos aprender todo de repente. Comencemos, por saber que es un ordenador, como se enciende y como conectarnos al interné ese. Después… un mundo infinito se abrirá a golpe de tecla o tras un clik del ratón. ¡No se queden con las ganas! Hemos de cambiar. No pasa nada.
Si quieren dejarme quejas, sugerencias, críticas, lo pueden hacer en moises.busnadiego@gmail.com (los jóvenes saben que es esto, aunque cada vez más los menos jóvenes, también.)
Moisés Busnadiego.
viernes, 11 de febrero de 2011
VOLVER
TÓCALA SAM
Un poco retrasados este mes, pero contentos, agradecidos y expectantes. Veremos.
A otra cosa,
Debe ser difícil ganarse la vida con esto, o no. Cuando pienso que los recursos se me agotan, ¡zas! Aparece la Diosa inspiración y me envuelve con susurrante voz, en la penumbra de esta noche de febrero; si lo reconozco, tarde, febrero, pero como me habían dado margen, la pereza me atrapó. Es uno de los pecados. Pero la agradable voz de la Diosa me dicta, y me turba. Me dice que les siga escribiendo. Que de vez en cuando les cuente historias de las de antes, como siempre, pero que también he de contarles otras cosas, con la complicidad de la honestidad y la lealtad. Sin colores, sin rubores, sin miedos. Espero que ustedes me permitan a partir del siguiente número, entrar por sus ojos en sus reflexiones, en sus conversaciones, en sus tertulias. Con artículos de, cómo dirían los leídos, costumbres.
Quiero hacerlo sin molestar, ni ofender. Es la verdad la que al final todos queremos, una verdad a la hora de recibir información sin censuras, sin ataduras, sin pago a ninguna opción. Libre. Hasta hoy, en LA MAR me han permitido serlo.
Serán opiniones que pretenden ser el altavoz de las gentes de estos maravillosos pueblos. Lo que escuchamos, lo que criticamos, lo que necesitamos reivindicar, propongo ser su altavoz.
Abusaré de esta tercera de LAMAR, en la nueva andadura para plasmar sus inquietudes, anhelos, quejas y porqué no, iniciativas que quizá hasta ahora no sabían por donde encauzarlas.
La primera va a ser, ¡QUE PASA CON LA TDT EN MI PUEBLO!
La evolución nos lleva a estas situaciones que en los pueblos, nos cabrea sobre manera cuando, nos hacen adquirir un aparatejo, que le dicen TDT y que lo que nos han contado, no es del todo verdad.
-Vais a ver “nosecuantos” canales. Decían.
Primero, tenemos que pedirles a los hijos o a los nietos, que nos SINTONICEN el aparato. Pues bien, a ello. Un finde de los que vienen los jovenzuelos de la familia, que están más acostumbrados a estas cosas de la electrónica, nos programan el aparato.
El martes, ya les estamos llamando, porque la TELECINCO no se ve ni de broma, y la tarde sin el SÁLVAME y La ESTEBAN no es lo mismo.
-El domingo te lo miro abuelo.
Me he perdido el SÁLVAME, el PASAPALABRA y LA NORIA. ¡Dita mi suerte! Dice el abuelo al nieto tecnológico.
Ahora ni lo coge, abuelo. Es cosa de la señal, que no llega.
Te compras un amplificador, cambias los cables, orientas la antena y… nada, otra semana sin ver a JORGE JAVIER y a la KARMELE.
Al final, a llamar al técnico (que tiene derecho a ganarse la vida) y te orienta todo por 70 euros, hasta el bolso. Vale más el collar que el perro, pero… ¡Horror! Salen unos cuadritos en la pantalla, se queda quieto el PIQUERAS en el TELEDIARIO y se oye como si estuviera en la orquesta de la VERBENA cuando se les corta un cable.
¡¡Klisss, chan, plumm, chsssirr!!
Llamamos al teléfono que la TDT tiene para los Españolitos, que es de esos 902 (que te cobran) y te dicen que “debe ser cosa de RETEVISIÓN” ¡Y a mí qué diantres me importa señorita! Yo solo quiero ver GRAN HERMANO, ¡Por Dios!
-No le puedo ayudar.
No me queda otra que cambiar a la 2 de TVE y ver Casablanca de Humphrey Bogart, cuando le dice al negro del piano. “Tócala Sam, Siempre nos quedará Casablanca.”
Pienso: Para este viaje, ¿necesitaba tanta alforja? ¡Virgencita que me quede como estoy!
Les recuerdo que el día 1 de MARZO, deben VOLVER a RESINTONIZAR sus TDT´S. Hay cambios.
Si no lo hacen, INTERECONOMÍA, VEO7 Y GOL TV, no lo verán.
Llamen a sus nietos y que vengan a “RESINTOCINAR” como dirían los MARTES y TRECE de mi recuerdo.
Si quieren dejarme quejas, sugerencias, críticas, lo pueden hacer en moises.busnadiego@gmail.com (los jóvenes saben que es esto, aunque cada vez más, los menos jóvenes también)
Moisés Busnadiego.
Un poco retrasados este mes, pero contentos, agradecidos y expectantes. Veremos.
A otra cosa,
Debe ser difícil ganarse la vida con esto, o no. Cuando pienso que los recursos se me agotan, ¡zas! Aparece la Diosa inspiración y me envuelve con susurrante voz, en la penumbra de esta noche de febrero; si lo reconozco, tarde, febrero, pero como me habían dado margen, la pereza me atrapó. Es uno de los pecados. Pero la agradable voz de la Diosa me dicta, y me turba. Me dice que les siga escribiendo. Que de vez en cuando les cuente historias de las de antes, como siempre, pero que también he de contarles otras cosas, con la complicidad de la honestidad y la lealtad. Sin colores, sin rubores, sin miedos. Espero que ustedes me permitan a partir del siguiente número, entrar por sus ojos en sus reflexiones, en sus conversaciones, en sus tertulias. Con artículos de, cómo dirían los leídos, costumbres.
Quiero hacerlo sin molestar, ni ofender. Es la verdad la que al final todos queremos, una verdad a la hora de recibir información sin censuras, sin ataduras, sin pago a ninguna opción. Libre. Hasta hoy, en LA MAR me han permitido serlo.
Serán opiniones que pretenden ser el altavoz de las gentes de estos maravillosos pueblos. Lo que escuchamos, lo que criticamos, lo que necesitamos reivindicar, propongo ser su altavoz.
Abusaré de esta tercera de LAMAR, en la nueva andadura para plasmar sus inquietudes, anhelos, quejas y porqué no, iniciativas que quizá hasta ahora no sabían por donde encauzarlas.
La primera va a ser, ¡QUE PASA CON LA TDT EN MI PUEBLO!
La evolución nos lleva a estas situaciones que en los pueblos, nos cabrea sobre manera cuando, nos hacen adquirir un aparatejo, que le dicen TDT y que lo que nos han contado, no es del todo verdad.
-Vais a ver “nosecuantos” canales. Decían.
Primero, tenemos que pedirles a los hijos o a los nietos, que nos SINTONICEN el aparato. Pues bien, a ello. Un finde de los que vienen los jovenzuelos de la familia, que están más acostumbrados a estas cosas de la electrónica, nos programan el aparato.
El martes, ya les estamos llamando, porque la TELECINCO no se ve ni de broma, y la tarde sin el SÁLVAME y La ESTEBAN no es lo mismo.
-El domingo te lo miro abuelo.
Me he perdido el SÁLVAME, el PASAPALABRA y LA NORIA. ¡Dita mi suerte! Dice el abuelo al nieto tecnológico.
Ahora ni lo coge, abuelo. Es cosa de la señal, que no llega.
Te compras un amplificador, cambias los cables, orientas la antena y… nada, otra semana sin ver a JORGE JAVIER y a la KARMELE.
Al final, a llamar al técnico (que tiene derecho a ganarse la vida) y te orienta todo por 70 euros, hasta el bolso. Vale más el collar que el perro, pero… ¡Horror! Salen unos cuadritos en la pantalla, se queda quieto el PIQUERAS en el TELEDIARIO y se oye como si estuviera en la orquesta de la VERBENA cuando se les corta un cable.
¡¡Klisss, chan, plumm, chsssirr!!
Llamamos al teléfono que la TDT tiene para los Españolitos, que es de esos 902 (que te cobran) y te dicen que “debe ser cosa de RETEVISIÓN” ¡Y a mí qué diantres me importa señorita! Yo solo quiero ver GRAN HERMANO, ¡Por Dios!
-No le puedo ayudar.
No me queda otra que cambiar a la 2 de TVE y ver Casablanca de Humphrey Bogart, cuando le dice al negro del piano. “Tócala Sam, Siempre nos quedará Casablanca.”
Pienso: Para este viaje, ¿necesitaba tanta alforja? ¡Virgencita que me quede como estoy!
Les recuerdo que el día 1 de MARZO, deben VOLVER a RESINTONIZAR sus TDT´S. Hay cambios.
Si no lo hacen, INTERECONOMÍA, VEO7 Y GOL TV, no lo verán.
Llamen a sus nietos y que vengan a “RESINTOCINAR” como dirían los MARTES y TRECE de mi recuerdo.
Si quieren dejarme quejas, sugerencias, críticas, lo pueden hacer en moises.busnadiego@gmail.com (los jóvenes saben que es esto, aunque cada vez más, los menos jóvenes también)
Moisés Busnadiego.
AVISO
SIN FIN
Lectores, vecinos, anunciantes, políticos:
Saltándome el protocolo, y pido por ello disculpas al Director de esta publicación, quiero lanzar mi llamada de alerta ante lo que podría ser mi último relato de esta publicación mensual que tan buenos ratos me ha hecho vivir en el golpeteo de las teclas de la máquina a la hora de escribir mis HISTORIAS DE AQUÍ. Espero que a vosotros, os lo haya hecho pasar igual de bien, por lo menos al recordar estas cosas tan de nosotros y tan de cada uno.
Es y confío en que siga siendo LAMAR, un lugar donde cada quien, y cada cual hemos hecho una labor de difusión de las costumbres de nuestros pueblos.
El escaparate que tenemos en LAMAR para dar a conocer nuestras cosas, no deberíamos perderlo; pero cada uno lo nuestro.
Los lectores no deberíamos perder la posibilidad de conocer las noticias más próximas de nuestros vecinos.
Los vecinos, no deberían dejar de ser los protagonistas de noticias, sean celebraciones, bodas, romerías o fiestas.
Los anunciantes, no deberán dejar de ser el objetivo de cientos de impactos publicitarios en cada lectura de la publicación, teniendo una cobertura comarcal que de otra manera no lograrán.
Los políticos, no deberán soltar esta oportunidad de hacer campaña durante todo el año, pues gracias a la mar, sabemos de quién hace por un pueblo, o promueve una actividad u otra.
Deberíamos reconocer en el posible cierre, el abismo del silencio comunicativo que nos va a provocar no volver a saber las noticias que hemos sabido, no volver a conocer a todos los protagonistas que hemos conocido, no volver a tener algo tan nuestro y que está tan a nuestra mano.
Considero que entre todos, podemos remontar este crítico momento. ¿Cómo?: Los lectores, suscribiéndonos muchos más para recibir la publicación en nuestras casas; Los establecimientos, que además de seguir publicitándose, realicen en la medida de sus posibilidades dos o tres suscripciones para tener a disposición de sus clientes a LAMAR.
Las corporaciones, deberían llegar a acuerdos con Diputación, que en vez de publicar tantos libros a todo color, para ferias, que al final van al cajón o al contenedor de reciclado de papel, publiquen menos y que “entre” con la aportación que logre mantener una publicación como LAMAR que es el mejor escaparate de nuestras costumbres.
… cuando vinieron por mí, no quedaba nadie para decir algo. (Niemöller)
Moisés Busnadiego.
Lectores, vecinos, anunciantes, políticos:
Saltándome el protocolo, y pido por ello disculpas al Director de esta publicación, quiero lanzar mi llamada de alerta ante lo que podría ser mi último relato de esta publicación mensual que tan buenos ratos me ha hecho vivir en el golpeteo de las teclas de la máquina a la hora de escribir mis HISTORIAS DE AQUÍ. Espero que a vosotros, os lo haya hecho pasar igual de bien, por lo menos al recordar estas cosas tan de nosotros y tan de cada uno.
Es y confío en que siga siendo LAMAR, un lugar donde cada quien, y cada cual hemos hecho una labor de difusión de las costumbres de nuestros pueblos.
El escaparate que tenemos en LAMAR para dar a conocer nuestras cosas, no deberíamos perderlo; pero cada uno lo nuestro.
Los lectores no deberíamos perder la posibilidad de conocer las noticias más próximas de nuestros vecinos.
Los vecinos, no deberían dejar de ser los protagonistas de noticias, sean celebraciones, bodas, romerías o fiestas.
Los anunciantes, no deberán dejar de ser el objetivo de cientos de impactos publicitarios en cada lectura de la publicación, teniendo una cobertura comarcal que de otra manera no lograrán.
Los políticos, no deberán soltar esta oportunidad de hacer campaña durante todo el año, pues gracias a la mar, sabemos de quién hace por un pueblo, o promueve una actividad u otra.
Deberíamos reconocer en el posible cierre, el abismo del silencio comunicativo que nos va a provocar no volver a saber las noticias que hemos sabido, no volver a conocer a todos los protagonistas que hemos conocido, no volver a tener algo tan nuestro y que está tan a nuestra mano.
Considero que entre todos, podemos remontar este crítico momento. ¿Cómo?: Los lectores, suscribiéndonos muchos más para recibir la publicación en nuestras casas; Los establecimientos, que además de seguir publicitándose, realicen en la medida de sus posibilidades dos o tres suscripciones para tener a disposición de sus clientes a LAMAR.
Las corporaciones, deberían llegar a acuerdos con Diputación, que en vez de publicar tantos libros a todo color, para ferias, que al final van al cajón o al contenedor de reciclado de papel, publiquen menos y que “entre” con la aportación que logre mantener una publicación como LAMAR que es el mejor escaparate de nuestras costumbres.
… cuando vinieron por mí, no quedaba nadie para decir algo. (Niemöller)
Moisés Busnadiego.
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